De verdad cuesta mucho creer que estamos en la Ciudad de México, una de las más pobladas del mundo. Estos senderos inician a poco más de 2 mil 800 metros de altura. Son tan solitarios, tan limpios y tan seguros que de verdad cuesta mucho imaginar que apenas unos metros atrás hemos dejado el hacinamiento, los embotellamientos y la espesa nata de contaminación.
Es interesante saber que muchos de estos senderos han sido preservados gracias a la empresa Ingenieros Civiles Asociados, que sin mucha, o nada de promoción agradece así las grandes obras que le han confiado en México. Que diferencia, y esto es a título absolutamente personal, de la empresa de intermediarios y coyotes conocida como OHL que ha defraudado miles de millones de pesos a los mexicanos para obtener contratos darle mordidas a políticos de distintos colores tanto en México como en España.
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Quienes no han subido por la carretera Picacho-Ajusco en varios años quedarán sorprendidos tanto por el terreno que le han ganado al bosque las invasiones de terrenos, como por la majestuosidad y dimensiones de este espacio donde abundan los pinos gigantes, tanto como los pequeños, que son adquiridos por los compradores ecologistas en las fiestas navideñas.
Los caldos de gallina, hongos y médula que se preparan en las "quecas" Doña Mary, libres de glutamatos y sodios que se ponen en las horrendas sopas preparadas en bolsa o unicel, provocarán un estallido de sabor en los paladares que no hayan perdido sensibilidad con los saborizantes químicos.
Esto puede ser el inicio de un ascenso en bicicleta de montaña o a pie para los amantes de la naturaleza, quienes pueden caminar por horas descubriendo sorpresas en cada subida, bajada o giro del camino. Perderse no está descartado, sobre todo porque a veces la señal de los geolocalizadores se pierde en esta zona libre de antenas de teléfonos celulares.
Este parque ecológico muy bien administrado ahora por las autoridades del gobierno del Distrito Federal cuenta con cabañas para hospedarse en el bosque- Es poco probable encontrar lugar de fin de semana, pero pregunte por las que alquilan algunos particulares que lograron comprar o hacer acuerdos con los ejidatarios antes de que se promoviera este espacio eco turístico.
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Si usted proviene de la Ciudad de México, pasando el antiguo parque de juegos mecánicos Reino Aventura, ahora Six Flags continué hasta el kilómetro once. Antes verá algunos sitios donde se practica el Gotcha, o batallas con balas de pintura.
Al realizar la visita para este reportaje el costo del estacionamiento por tiempo ilimitado fue como de 20 pesos e igual para los caminantes. Hay tarifas especiales para los ciclistas que pueden darse gusto con sus bicicletas de montaña, aunque nos da la impresión de que esto es bajo riesgo propio y solo para amantes del deporte extremo.
Los senderos son una buena manera de probar nuestro nivel de salud, y si a obesidad o el corazón no nos dan la capacidad, quienes se hospedan tienen la oportunidad de ascender con su auto una décima parte del camino explorable.
Una escalada ascendente puede llevarnos hasta 18 kilómetros adentro del área segura. Por la tarde no es extraño ver liebres que atraviesan el campo, aunque no se vende conejo, si en cambio hay un sitio especializado en las truchas que se preparan al mojo de ajo, endiabladas o empapeladas.
Una pequeña granjita, no demasiado promocionada puede permitir a los niños observar burros, terneras, chivos, cerditos y otros animales que nos dan servicio o productos alimenticios.
Si usted quiere entrenarse en carrera a campo traviesa o para un maratón seguro este es el sitio ideal para un campamento de entrenamiento de altura. La frescura que dan los árboles al filtrarnos los rayos del sol va a ser extrañada cuando regresemos a la planicie y tengamos que soportar dos minutos sin circulación de aire al cambio de semáforo.
Los pinos gigantes, la frescura y la limpieza deveras hacen difícil creer que estemos a unos pasos de l Ciudad de México, en otros paseos similares por Michoacán o el Estado de México no podemos librarnos del horrendo espectáculo de botellas de pet o de bolsas de plástico, estas son realmente extrañas en nuestro paseo por esta zona.
Si usted no tiene auto, lo que es particularmente deseable sobre todo si lleva bicicletas o personas enfermas o demasiado jóvenes o adultas, no es imposible que encuentre algún transporte colectivo desde el Metro Copilco hasta el Parque Ejidal San Nicolás Totolapan. Mas informes aquí
http://www.mexicocity.gob.mx/detalle.php?id_pat=4248
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